PUEDES FIRMAR EL MANIFIESTO EN ESTE LINK: https://www.change.org/p/ministerio-de-fomento-amenaza-grave-sobre-la-sierra-de-chiva-o-de-los-bosques

El IEC La Hoya se ha sumado al manifiesto que han lanzado más de 12 asociaciones medioambientales, culturales y sociales del municipio de Chiva para manifestar nuestro desacuerdo con el futuro proyecto de energía fotovoltaica que se pretende instalar en el piedemonte de Chiva con una superficie de cuatrocientas hectáreas en suelo agrícola y forestal de la Sierra de Chiva, que sin duda producirá un impacto irreparable a corto plazo en el sector socio-económico y medioambiental de nuestro pueblo.

En primer lugar queremos dejar claro que estamos completamente a favor del desarrollo de las energías renovables al ser imprescindibles para frenar el cambio climático, pero esta obligada transición energética tiene que ser planteada bajo la premisa de ocasionar el menor impacto posible y un respetuoso compromiso sobre el conjunto de valores que atesoran las zonas donde se ubiquen, para que de verdad puedan ser consideradas como una “energía limpia”.

¿Por qué este tipo de proyectos deben tener esta magnitud y abarcar tal cantidad de superficie en un mismo territorio y por el contrario no es fragmentado y compartido?

¿Por qué su ubicación tiene que ser en zonas de alto valor agrícola,
medioambiental, cultural, recreativo, etc. y no se buscan otros enclaves como polígonos industriales, vías de comunicación y/o cualquier infraestructura que ya se haya producido una agresión sobre el entorno?

En Chiva desde tiempos inmemoriales hemos sido un pueblo agrícola basado
en el minifundio, con un reparto amplio de la tierra que ha servido de equilibrio
para la supervivencia de nuestros antepasados y así nos ha llegado hasta hoy
día, con un aprovechamiento en la mayoría de los casos a tiempo parcial, que
permanece como una fuente de ingresos importante; que como hemos podido
comprobar en la última crisis económica ha servido de salvación para muchas
familias, que tras la pérdida del empleo tuvieron la alternativa de recuperar sus
cultivos o en otros muchos casos poder echar jornales para poder subsistir.
Bien es sabido por los agricultores el esfuerzo y entusiasmo que hay dedicar a
este ancestral oficio con muchos aspectos pendientes que se deben mejorar sobre las políticas agrarias, pero con la pérdida de uno de los bienes más preciados como es la tierra, también estamos perdiendo para siempre un desarrollo social y económico sostenible con nuestro ámbito más cercano y porque no decirlo, la independencia y libertad en manos de las grandes corporaciones, que como es el caso de estas empresas dedicadas a los huertos solares, no ofertarán ningún beneficio en la creación de empleo en nuestra población.

Por otro lado, este paisaje único que hemos heredado de nuestros abuelos, armoniza un mosaico compuesto por los cultivos de secano de garroferales, viña, oliveras, almendros… entremezclados con rodales forestales que son el culmen
ideal de un ecosistema estable, generador de una grandísima biodiversidad que nutre y fortalece a la propia Sierra, por lo que repercute garantizando una conservación óptima y perdurable de nuestros montes donde residen especies protegidas en peligro de extinción que dependen exclusivamente de este hábitat tan peculiar; porque de poco sirve tener un Paraje Municipal Protegido si en sus inmediaciones se produce tal destrozo y se arrasa con todos los vestigios naturales y culturales en una desorbitada extensión de cuatro millones de metros cuadrados -el equivalente a 400 campos de futbol- ocupado por un mar de espejos, que crearan un impacto visual que encogerá el alma y que jamás nos podremos acostumbrar; por no hablar de la conmoción que se producirá en los
propietarios de las “casicas” y parcelas que queden aisladas y rodeadas por
miles de paneles fotovoltaicos, al no querer participar de esta barbarie.
Uno de los mayores logros en los últimos años por parte de la ciudadanía ha sido poner en valor nuestros montes, manifestado con el uso y disfrute de multitud de actividades en la Sierra, como son las deportivas, de naturaleza o simplemente de esparcimiento. Así queremos que continúe porque con esta determinación se garantizará la conservación de una Sierra muy querida por sus visitantes.

Por todos los motivos expuestos pedimos encarecidamente a quien corresponda, se reconsidere y se invalide totalmente este macroproyecto de energía fotovoltaica.

Exigimos un nuevo planteamiento tanto en la ubicación como en la extensión en el número de hectáreas y que obligatoriamente estén sometidas a criterios técnicos que garanticen y velen por el bien general y no por intereses económicos particulares.